viernes, 14 de enero de 2011

Elric de Melniboné, de Michael Moorcock (inicio)


1. 
Un rey melancólico: 
La corte se esfuerza en halagarle

Su carne es del color de una calavera blanqueada al sol y el largo cabello que le cae sobre los hombros es de un blanco lechoso. En su testa ahusada y hermosa destacan dos ojos sesgados, tristes y de color carmesí, y de las amplias mangas de su blusón amarillo surgen dos manos delgadas, también del color del hueso, que descansan en los brazos de un trono esculpido en un único e inmenso rubí.

Michael Moorcock. Elric de Melniboné.Traducción de Hernan Sabaté para Ed. Martínez Roca.

jueves, 13 de enero de 2011

Perquè has vingut han florit els lilàs, de Joan Salvat-Papasseit


Perquè has vingut han florit els lilàs
i han dit llur joia 
                             envejosa
                                             a les roses:

mireu la noia que us guanya l'esclat,
bella i pubilla, i és bruna de rostre.

De tant que és jove enamora el seu pas
-qui no la sap quan la veu s'enamora.

Perquè has vingut ara torno a estimar:
diré el teu nom
                                i el cantarà l'alosa.


Joan Salvat-Papasseit. Poema de la rosa als llavis. I. El desig i el convit.

miércoles, 12 de enero de 2011

An Irish Airman Foresees His Death, de William Butler Yeats

An Irish Airman Foresees His Death

I know that I shall meet my fate
Somewhere among the clouds above;
Those that I fight I do not hate,
Those that I guard I do not love;
My country is Kiltartan Cross,
My countrymen Kiltartan's poor,
No likely end could bring them loss
Or leave them happier than before.
Nor law, nor duty bade me fight,
Nor public men, nor cheering crowds,
A lonely impulse of delight
Drove to this tumult in the clouds;
I balanced all, brought all to mind,
The years to come seemed waste of breath,
A waste of breath the years behind
In balance with this life, this death.

William Butler Yeats. The Wild Swans at Coole.

- - - 
Un aviador irlandés prevé su muerte

Yo sé que he de tropezar con mi destino en algún alto lugar de las nubes. No odio a quienes combato ni amo a los que defiendo. Mi tierra es la Cruz de Kiltartan, mis paisanos, los pobres de Kiltartan. Ningún fin posible podría perjudicarlos ni hacerlos más felices. Ni ley ni deber me exijen que pelee, ni políticos ni multitudes vitoreantes; un solitario impulso de delicia me echa a este tumulto de las nubes. Todo lo sopesé, todo lo vi de golpe: los años venideros serían un desperdicio de afán, un malbarato de afán los años caídos, puestos contra esta vida, esta muerte.

(Traducción de J. R. Jiménez. Música de otros. Galaxia Gutenberg. Círculo de Lectores)

- - - 

Un piloto irlandés prevé su muerte

Sé que encontraré mi destino
en un lugar, arriba, entre las nubes.
Aquellos con quienes me bato, no los odio,
aquellos a quienes custodio, no los amo.
Soy de Kiltartan Cross,
y son los míos los pobres de Kiltartan.
Ningún posible fin arruinarlos podría,
o tornarlos más felices que antes.
Ningún deber ni ley ordenó que luchara,
ni hombres públicos, ni vítores de multitudes.
Un solitario impulso de deleite
me trajo a este tumulto de nubes.
Lo pesé todo, todo fue valorado,
los años por venir sin objeto ni aliento,
sin objeto ni aliento los años que quedaron.
En pago de esta vida, bien está esta muerte.

(Traducción de Enrique Caracciolo Trejo. Antología Bilingüe. Alianza Editorial)

lunes, 10 de enero de 2011

Poemas de Biel Vila



Reproduzco (con su permiso) unos poemas de Biel Vila escogidos al azar por no hallar otra manera:


Con la misma velocidad
que se derrumba
un castillo de naipes.
Baja el gato de un árbol

*

Desaliñados pero sanos
dueño y perro pasean,
 llegan a mí.
Dos con gesto alicaído,
miran,
olfato perezoso
reconoce con desdén
un  esqueleto frío.
Casi ladra y no es el perro

*

Rumor del rebaño de lana encrespada,
empieza otro día
y el cielo oveja negra

domingo, 9 de enero de 2011

Hace frío, de Nicanor Parra


Hay que tener paciencia con el sol
Hacen cuarenta días
Que no se le ve por ninguna parte.

Los astrónomos yankees
Examinan el cielo con el ceño fruncido
Como si estuviese lleno de malos presagios
Y concluyen que el sol anda de viaje
Por los países subdesarrollados
Con las maletas llenas de dólares
En misión de caridad cristiana.

Y los sabios soviéticos
-Que están por lanzar un hombre a la luna-
Comunican que el sol
Anda por los imperios coloniales
Fotografiando indios desnutridos
Y asesinatos de negros en masa.

¿A quién,
            a quién le podemos creer?

Al poeta chileno
                        que nos pide
Tener paciencia con el pobre sol!
Él estaría feliz de brillar
Y de tostar los cuerpos y las almas
De los bañistas del hemisferio norte
-Especialmente los muslos de las muchachas
Que todavía no cumplen los veinte-
Para eso fue hecho
Le encantaría calentar la tierra
Para que brote el trigo de nuevo,

Pero las nubes no le dejan salir.

El no tiene la culpa de nada:
Hay que tener paciencia con el sol. 

Nicanor Parra. Canciones rusas. 1964-1967