He leído el olvido de unos labios
y decía:
te follaré
la decimotercera vez
que nos veamos
y mucho tiempo.
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Me miran,
soy extraño a los ojos
de un perro con bigote:
piensa y asiente.
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Inexplicable,
de pronto
la chica susurra de fresa.
Mírame el trasero,
yo no me lo veo
y seguirás sin vértelo.
De los mortales
no entiendo casi nada.
Ella Nubes.
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Las novias del verano
van de blanco:
fresco e impoluto
y sin traje de cola,
cruzan la calle.
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No siempre las hadas
besan en la boca.
¿Qué hay de las veces
que muerden en los ojos?
Para que veas más.
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Fue un segundo de miel nunca en mis labios.
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Mamá:
no soy el niño
casi ciego
del que te hablaron
y el color
violáceo
que ahora ves.
Paulatinamente
se irá
si de ti pudiera
alimentarme.
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Biel Vila Pujadas. Poemas pertenecientes a
Caníbales y estrellas. Editado por Canalla Ediciones. 2012.