EL MUERTO Lo que cuesta mantener a un muerto, lo que gasta en trajes y dentistas, lo que agota llevarlo a la espalda de Atocha hasta Argüelles, si alguien supiera, el muerto a cuestas, todos los días, lo que cansa vestir los zapatos del muerto, las camisas del muerto, la bufanda del muerto, si alguien me oyera, cómo me suena el muerto, cómo me llora, cómo me roe, cómo me grita a trueno y rompepierna, cómo me paso las noches sin hacer un verso porque no quiere el muerto, porque no me sabe, porque no se le ocurre, no se me inspira, si alguien entendiera, lo que cuesta decir sin pasar por loco que mi padre vivió sesenta y siete años como un jilguero de nieve, ningún clavo, ninguna tuerca, ninguna mancha, si alguien creyera, y desde que vive muerto me obliga y me retuerce, me ordena y me llama el muerto, me apunta y me requiere, siete años ya, si alguien pudiera... LOS LÍMITES La amo cuando está demasiado lejos o demasiado cerca; las dista...
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