viernes, 19 de noviembre de 2010

Plegaria nuclear de un "cocacolo", de Amílkar U (Amílkar Osorio)


PLEGARIA NUCLEAR DE UN “COCACOLO”
de AMILKAR U

señor que te tienes
que me tienes
que tienes la galaxia
que tienes el uranio.
señor, yo no me tengo.
señor que habitas el atomium más azul
el más extenso
el más redondo
el bastante construido.
estoy sentado en este bar
y bebo cocacola
para poder hablarte:
ya tengo mis bluejeanes
de azul como de rosa submarina
desteñidos como un lavadero
donde lavan terneros asexuados
monedas falsas
oro
condecoraciones.
ya tengo mi correa del este o del oeste
mi correa con chapa de sol a medio día
a la orilla del río
prolongada como el camino lechoso que pintaste con yeso
sobre las nalgas la espalda el muslo o el pecho de la noche.
ya tengo mis mocasines de sur o norte
desalmados inherentes
ya llevan 15 días finos
y ellos como una bomba de jabón
y estos largos como el estornudo del fusil más ahumado.
no tengo un automóvil que brille mejor que dos naranjas
en el refrigerador
que ruede mejor que dos bolas de billar
sobre el cielo verde que habita cuatro patas
pero tengo mis huesos largos forrados de músculo brillante
que hacen caminar
pero no tengo cómo poner el brazo
contra la espalda de una “cocacola”
pero no tengo cómo sentir mientras voy por el camino
el caballo castaño que me rueda –cola-de caballo-.
yo no me soy
yo no me tengo
pero:
yo he oido que hieren las estrellas
con esquirlas de granadas radioactivas
y lloran sus pestañas y sus párpados
yo he visto que juegan con fósforos enormes
y encienden el tabaco estratosférico
el cigarillo
la ionosfera
yo he visto que juegan un billar circumterrestre
y hacen carambola con vanadio que ensaya un ritmo largo
- que aúlla un perro con antenas-
he sabido que los perros orinan contra el eje de la tierra
que ladran radiaciones a millares de nudos de cometas
yo no me tengo
yo no me soy.
señor, yo te confieso que bailo rock and roll
que me baño desnudo y solo
que una vez he fumado marihuana.
señor, sólo te pido cigarrillos extranjeros
que me conserves los blue-jeans desteñidos
los mocasines largos
la cocacola helada
que me dejes ir al cine porque no tengo automóvil
sólo te exijo: yo no soy ni pienso ser.
tiéneme, señor, que habitas el atomium más azul y más extenso
y más redondo.

Amílkar Osorio.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Extracto de El vendedor de globos, de Jesús Lizano

23

Diario del vendedor de globos.
Las grúas.
Van a marchar unas cuantas grúas al bosque para aprender las cosas de los árboles.
Las grúas. No saben que los árboles están muy lejos de los puertos. ¡Los árboles están perdidos!
Las grúas hablan de su semejanza con los árboles; de que son altas como los árboles; de que son fuertes como los árboles.
Quieren aprender sus cosas para vivir mil años, para sentir el aire entre sus vigas. ¡Ah, las vigas! Creen las grúas que sus vigas pueden semejarse a las ramas de los árboles...
Quieren engañar a los pájaros para que lleguen con ramitas en el pico.
Quieren guardar entre sus hierros las ramitas de paz, como los árboles.
No saben cómo son los árboles. Han visto un palo mayor, un poste
telegráfico; pero no saben cómo son los árboles.
Las grúas sueñan todos los días con ser árboles, en quedar solitarias en un bosque. Sueñan con un bosque de grúas donde irían los hombres a tumbarse.
Con la niebla de los árboles; con el sol de los árboles.
Quieren marchar al bosque para estudiar el cielo, para beber el agua de los ríos, para contar los pájaros del mundo.
-Los árboles son puros como los niños.
-Conoceremos los árboles y llenaremos el puerto con sus cosas.
-Seremos como los árboles.
-Más que árboles.
-¡¡Más que árboles!!
Las grúas. Van a marchar unas cuantas grúas al bosque para aprender las cosas de los árboles.

Jesús Lizano. El libro de la soledad (1950). LIZANIA, aventura poética 1945-2000. Ed. Lumen