Originalidad
-Son hoy incontables -se lamentaba el señor K.- los que se jactan en público de poder escribir sin ayuda de los grandes libros, y esto es algo por lo demás generalmente aceptado. El filósofo chino Chang-Tseu escribió en su madurez un libro de cien mil palabras integrado por citas en sus nueve décimas partes. Hoy ya no es posible escribir libros como ése: falta el espíritu. Por eso se fabrican las ideas en el taller personal y quien no produce en cantidad suficiente se le tacha de holgazán. Claro que tampoco hay pensamientos que uno pueda hacer suyos, ni fórmulas que uno pueda citar. ¡Qué poco necesitan todos esos para desarrollar su actividad! ¡Una pluma y unas cuantas cuartillas es cuanto pueden mostrar! Y sin ayuda de nadie, con el escaso material que un solo hombre puede llevar en sus brazos, ellos levantan sus chozas. ¡No conocen edificios más grandes que aquellos que es capaz de construir una sola persona!
Historias del señor Keuer. Bertold Brecht. Historias de almanaque. Alianza Editorial.
2 comentarios:
Terrible crítica se lee en las palabras de aquí el amigo plagiador...
Bueno, no creo que sea una cuestión de plagio, creo que es una cuestión de ¡Ah, eso ya lo hizo Chi Chuan en el siglo III. ¡Pues claro! :O)
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