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Diario del vendedor de globos.
Las grúas.
Van a marchar unas cuantas grúas al bosque para aprender las cosas de los árboles.
Las grúas. No saben que los árboles están muy lejos de los puertos. ¡Los árboles están perdidos!
Las grúas hablan de su semejanza con los árboles; de que son altas como los árboles; de que son fuertes como los árboles.
Quieren aprender sus cosas para vivir mil años, para sentir el aire entre sus vigas. ¡Ah, las vigas! Creen las grúas que sus vigas pueden semejarse a las ramas de los árboles...
Quieren engañar a los pájaros para que lleguen con ramitas en el pico.
Quieren guardar entre sus hierros las ramitas de paz, como los árboles.
No saben cómo son los árboles. Han visto un palo mayor, un poste
telegráfico; pero no saben cómo son los árboles.
Las grúas sueñan todos los días con ser árboles, en quedar solitarias en un bosque. Sueñan con un bosque de grúas donde irían los hombres a tumbarse.
Con la niebla de los árboles; con el sol de los árboles.
Quieren marchar al bosque para estudiar el cielo, para beber el agua de los ríos, para contar los pájaros del mundo.
-Los árboles son puros como los niños.
-Conoceremos los árboles y llenaremos el puerto con sus cosas.
-Seremos como los árboles.
-Más que árboles.
-¡¡Más que árboles!!
Las grúas. Van a marchar unas cuantas grúas al bosque para aprender las cosas de los árboles.
Jesús Lizano. El libro de la soledad (1950). LIZANIA, aventura poética 1945-2000. Ed. Lumen
1 comentario:
Excelente extracto, me ha gustado leerlo para desconectar un poco del trabajo. Un saludo y enhorabuena por el blog
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